Es un lobito de siete años que vive muy feliz al lado de su abuelita en una casa de campo. No recuerda muy bien a su papá Lobo, pero sabe que siempre lo va a extrañar. Era muy pequeño cuando su abuelita lo comenzó a educar, ella siempre lo cuidó mucho para que fuera un lobito “alentado” y “repuestico”, como ella solía decir. Le enseñó a leer y a escribir en casa. Lobito aprendió muy rápido, pues siempre ha sido muy piloso. A pesar de que su abuela es muy buena maestra, Lobito siempre ha querido ir a la escuela. Algún día sueña con conocer el exterior y hacer muchos amiguitos.