Es la hija de una importante familia de cerditos. Su papá alguna vez fue amenazado por los saltamontes, lo que hizo que Mamá Cerdita creciera muy temerosa. Conoció a Papá Cerdito mientras trabajaba en la tienda de su familia, y le pareció muy atento, servicial y seguro. Rápidamente se enamoraron, se casaron y se fueron a vivir juntos a la Ciudad de los Tres Cerditos en una casa segura de ladrillo, en la que nació su hijo Cerdito. Desde que se convirtió en mamá, sus miedos aumentaron. Suele dormir con las puertas aseguradas y siempre tiene una escoba a la mano para golpear al que amenace a su familia. Pasa horas en la tienda del pueblo escuchando los chismes de todas sus vecinas. Ella les aconseja no perdonar a quienes les hacen daño.
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