
Es una campesina luchadora. Se educó con doce hermanos en el campo y siempre ayudó a su mamá con los oficios de la casa y cuidados de la finca. Ella se levantaba temprano a hacer el desayuno de sus hermanitos y a ayudarlos a prepararse para la escuela rural. En aquel entonces, los lobos y los otros animalitos del país de Cuentos de Hadas se la llevaban muy bien, aunque el miedo por los lobos siempre existió. Cuando cumplió veinte años conoció al Abuelo Lobo. Se casaron y de esa unión nació el Lobo Feroz. Abuelo Lobo enfermó de repente cuando aún era joven y dejó sola a la abuelita. Con mucho esfuerzo educó a su hijo. La abuelita se siente culpable por los malos pasos que dio su hijo, en vista de que no pasaba el suficiente tiempo a su lado. Por eso se esfuerza tanto por dar todo su amor a Lobito, que es la luz de sus ojos.